Cuenta la leyenda que dos pequeños mellizos,fueron arrojados a un rio sobre una cesta que encalló cerca de la desembocadura del mar,donde los encontró una loba que los llevó hasta su cueva, transportándoles de la manera más segura…en su boca. Allí, cuidó de ellos hasta que los halló un pastor, que los criaría como a sus propios hijos. De ahí nace la expresión “in bocca al lupo”,que al contrario de lo que pueda parecer, sirve para desear buena suerte.
Nuestro “in bocca al lupo” nace de la ilusión, las ganas por el trabajo bien hecho y desde el corazón, de cuatro amigos y compañeros, que tuvieron la suerte de conocerse, para comenzar juntos esta aventura. Un espacio, donde se apuesta por una cocina casera hecha con amor y donde la calidad de la materia prima es absolutamente fundamental. Todo ello, en un entorno cálido y acogedor, como en una auténtica ostería italiana.

Sus nombres…Mauro, Luca, Mirko y Fabio

El de los mellizos…Rómulo y Remo